Mito y realidad sobre los rociadores automáticos.
En este espacio abordamos mitos sobre sistemas de protección contra incendios. ¿Son verdaderos o falsos? Buscamos aclararlo.
También, hablaremos de algunas de las verdades que muchas personas desconocen acerca de los rociadores automáticos. ¡Empecemos!
Mito: Los rociadores automáticos pueden activarse sin razón aparente
Realidad: Este es un mito muy común, pero es totalmente falso. Los rociadores automáticos se activan cuando hay un conato de incendios. Estos rociadores se encuentran en la zona afectada. La temperatura del lugar debe sobrepasar el grado de calor listado en el rociador.
Mito: Los rociadores automáticos pueden causar más daño que el fuego mismo
Realidad: Esto es un mito que también es falso. Los rociadores automáticos liberan agua para apagar el fuego. Además, ofrecen una ventaja: minimizan los daños causados por un incendio. Esto se debe a que solo se activan los rociadores cercanos al área afectada.
Mito: Los sistemas rociadores automáticos son inversiones costosas
En un proyecto nuevo, el monto del sistema contra incendios es uno de los rubros de menor porcentaje que abarca la obra. En ocupaciones existentes, el retorno de la inversión es a largo plazo. Además los sistemas, ayudarán a disminuir las primas de los seguros de las empresas.
En general, a largo plazo, los costos de instalación y mantenimiento de los sistemas de rociadores automáticos son menores. Esto es en comparación con el costo de reparar los daños de un incendio.
¿Es posible que el humo active un rociador?
Los rociadores automáticos están diseñados para detectar y activarse en respuesta al calor, no al humo. Los rociadores automáticos tienen un bulbo elemento detector en la cabeza del rociador que contiene una sustancia termosensible.
La temperatura en la habitación supera el límite del rociador. Esto provoca que la sustancia se expanda y el bulbo se rompa. El agua puede pasar y se rocía sobre el fuego con precisión.
Los rociadores automáticos de fusible metálico se activan cuando la temperatura alcanza o supera el límite especificado. Esto hace que la soldadura se derrita y las placas se separen.
El humo o el polvo no activa los rociadores, no obstante, podrían provocar suciedad que llegue a obstruir o comprometer el funcionamiento de los mismos.
El humo se produce con incluso poca cantidad de fuego, como una vela. Se extiende fácilmente por una habitación sin haber una llama visible. Los rociadores automáticos se activan solo cuando hay calor. Esto garantiza una activación solo en situaciones de emergencia real.
Es importante tener en cuenta que:
Existen mitos y verdades acerca de los sistemas contra incendios. Por ello, es fundamental tener en cuenta las observaciones correspondientes a los rociadores automáticos.
- El humo de los incendios no activa los rociadores automáticos.
- Se activan con respuesta al calor.
- Los detectores de humo son una herramienta vital para la detección temprana de un incendio.
- Los detectores de humo pueden activar una alarma alertando a las personas en la propiedad sobre la presencia de un conato de incendio.
- Esto da tiempo para evacuar con seguridad.
- Se pueden evitar daños significativos o lesiones.